Pero los momentos épicos de los que hablo no pertenecen únicamente a Hideo, Yabu e Hiromi se marcan también unas escenas increíbles y dignas de admiración.
El gore, en general, no es algo que me apasione, pero sin duda en este tomo es algo que no podría faltar. Kengo Hanazawa combina la acción y la sangre, en blanco y negro, de una forma genial y consigue transmitir el espíritu de supervivencia de algunos personajes y la desesperación y rendición de otros a la perfección.
Resumen del tomo (spoilers en gris).
"La situación es crítica en la zona de restauración.
Al parecer Sango, el que tenía la escopeta, ha sido desmembrado por un ZQN y el resto está en paradero desconocido.
Hideo está escondido entre los almacenes pero llega uno del grupo y le pone al tanto de la situación, también le revela su verdadero nombre: Masakazu Murai, quién le dice dónde está el cadáver de Sango para que coja la escopeta y así poder escapar.
Hideo coge la escopeta y cuenta los cartuchos, va en busca de Murai y... ¡Comienzan las escenas con más acción que he visto en lo que llevo de serie!
Por fin podemos ver a Hideo cargándose a ZQN como nunca y consiguiendo salir del comedor.
Aunque aún es pronto para cantar victoria ya que fuera hay bastante más ZQN que dentro.
Hideo parece poder con todos y mientras tanto Murai los retrasa un poco con su pistola de airsoft, pero cada vez resulta más difícil disparar ya que están muy dispersos. Deciden pues ponerse a disparar desde el puente, ya que ahí los ZQN llegarán en fila india.
Murai cada segundo está más aterrorizado, sus esperanzas por sobrevivir están desapareciendo, hasta que decide tirarse por ese mismo puente...
Por otro lado, la situación actual de Hiromi y Yabu es algo preocupante también aunque por lo menos consiguen huir del ZQN atleta. El objetivo ahora es llegar hasta el coche.
Tras un camino con pocos obstáculos, debido a su sigilo, consigue llegar al coche, con Hiromi a cuestas, pero allí les espera Iura, que nadie sabe como ha podido escapar de la zona de restauración.
Parece estar infectado pero aún conserva algo de cordura que se va perdiendo conforme pasa el tiempo, finalmente se lanza contra Yabu e Hiromi, que intentan entrar en el coche.
Hiromi contraataca: agarra de la mandíbula a Iura y se la arranca. Por fin consiguen escapar.
También Yabu, al escuchar los disparos de escopeta de Hideo, siente el impulso de ir a por él así que antes de marcharse del Oultet Mall pasa por aquel puente.
Ya fuera del centro comercial, como muestra de confianza, Yabu le dice a Hideo su verdadero nombre: Tsugumi Oda.
Aun queda gente en el Oulet, entre ellos el dueño del taxi con el que llegaron a ese lugar que se encuentra en una tienda de campaña con otro. Llega de nuevo el ZQN atleta y entonces el taxista decide atacar. Arde junto al atleta, quedando los dos carbonizados, pagando su vida para que su compañero pueda escapar. Un acto de un verdadero héroe."
Este tomo es de los mejores que he leído ahora, no solo por la acción sino por que la historia parece avanzar un poco, al menos más que en los últimos tres. Parece que por fin cierran una trama que se estaba haciendo algo lineal, a ver que les depara el futuro a los supervivientes.
Respecto al dibujo, Kengo Hanazawa está que se sale, las imágenes a doble página son geniales y el dibujo a color que incluye a este tomo es muy realista.
Hay un dato que me gustaría destacar del tomo. Los nombres verdaderos de Murai y Yabu: Masakazu y Tsugumi Oda. Parecen hacer referencias a los grandes mangakas Masakazu Katsura, Tsugumi Ohba y Eiichiro Oda. Igual es simplemente una casualidad o el motivo es otro, pero me ha llamado la atención.
Nota: ¡Un 9´5! De las mejores notas.
Y hasta aquí la reseña del tomo 8. Ya mismo empiezo con el 9, tengo unas ganas enormes.
¡Un saludo y hasta la próxima!
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